sensor de velocidad piezoeléctrico 330500-00-00 Velomitor

Descripción general

Lugar de Origen:	EE.UU
Nombre de la Marca:	Nevada doblada
Número de Modelo:	330500-00-00
Cantidad Mínima de Pedido:	1
Detalles de Embalaje:	Nuevo original, sellado de fábrica
Tiempo de entrega:	5-7 días
Términos de Pago:	T/T
Capacidad de Suministro:	En stock

Detalle rápido

Descripción

El sensor Bently Nevada 330500-00-00 Velomitor Piezo-Velocity es un dispositivo de vanguardia diseñado para medir con precisión la vibración absoluta de alojamientos de cojinetes, carcasas o elementos estructurales en relación con el espacio libre. El sensor 330500 Velomitor es una unidad piezoeléctrica equipada con electrónica sólida integrada, que ofrece una solución robusta y confiable para el monitoreo de vibraciones en diversas industrias.

Una de las características más destacadas del 330500 es su construcción de estado sólido, que elimina los componentes mecánicos comúnmente presentes en sensores tradicionales. Este diseño mejora considerablemente su durabilidad, ya que el sensor es inmune al desgaste y a la degradación mecánica con el tiempo. La ausencia de piezas móviles garantiza que el Velomitor pueda funcionar eficazmente sin los problemas típicos de desgaste que pueden comprometer el rendimiento de los sistemas mecánicos. Como resultado, ofrece una fiabilidad a largo plazo con necesidades mínimas de mantenimiento, lo que lo hace ideal para entornos con alta vibración, como centrales eléctricas, refinerías e instalaciones de fabricación.

Diseñado para ser versátil, el Velomitor 330500 puede instalarse en una variedad de orientaciones, incluyendo vertical, horizontal o cualquier otro ángulo, lo que proporciona flexibilidad para distintos requisitos de aplicación. Esta adaptabilidad lo convierte en una solución altamente flexible para montar en diversos tipos de maquinaria o componentes estructurales donde el monitoreo de vibraciones es crítico.

Gracias a su electrónica de estado sólido, el sensor Velomitor opera continuamente sin verse afectado por desgaste mecánico o fricción, factores que a menudo provocan lecturas inexactas en sensores tradicionales con partes móviles. Esto lo hace particularmente valioso en entornos exigentes donde se necesitan mediciones consistentes y precisas para detectar problemas como desalineación, desequilibrio o desgaste antes de que deriven en fallos costosos.

Aplicaciones

El sensor de velocidad piezoeléctrico Velomitor 330500-00-00 es una solución de monitoreo de vibraciones de alto rendimiento para maquinaria industrial crítica, que ofrece mediciones fiables de velocidad en diversos entornos. Como sensor piezoeléctrico dedicado, destaca en la detección de amplitud y frecuencia de vibración en equipos rotativos, alternativos y estacionarios, actuando como componente fundamental en sistemas de mantenimiento predictivo para generación de energía, petróleo y gas, procesamiento químico y fabricación. Fabricado en acero inoxidable 316L, ofrece una excepcional resistencia a la corrosión y durabilidad, ideal para entornos agresivos como plataformas offshore, plantas químicas e instalaciones de tratamiento de aguas residuales. Con unas dimensiones compactas (6,7 x 2,4 x 2,4 cm) y un diseño ligero (0,14 kg), se integra perfectamente en instalaciones con limitaciones de espacio, incluyendo cavidades ajustadas en equipos, tuberías densas y maquinaria pequeña (por ejemplo, motores de fracción de caballo de fuerza, bombas de precisión). La ausencia de un adaptador de rosca de montaje simplifica la instalación, permitiendo una integración directa con soportes estándar o fijaciones adhesivas. Con un rango de temperatura operativa de -55 °C a 121 °C (-67 °F a 250 °F), el sensor mantiene un rendimiento estable en condiciones térmicas extremas, desde equipos exteriores en climas árticos hasta hornos industriales de alta temperatura. Su sensibilidad térmica (-14 % a +7,5 % en todo el rango operativo) garantiza precisión ante fluctuaciones térmicas, eliminando la necesidad de compensación externa.

Presupuesto

Ventaja competitiva

1. Precisión excepcional en la medición y consistencia constante de la integridad de los datos ​

Con una sensibilidad de 3.94 mV/mm/s (100 mV/in/s) ±5% y un amplio rango de velocidad de 1270 mm/s (50 in/s) pico, este sensor capta con precisión vibraciones de baja a alta amplitud. Su excepcional linealidad de amplitud ( ±2% hasta 152 mm/s / 6 in/s pico) garantiza una salida de datos constante y confiable, permitiendo la detección temprana de anomalías en equipos, como desgaste de rodamientos y desalineación de ejes. Con una impedancia de salida dinámica inferior a 2400 ω , mantiene la integridad de la señal cuando se combina con la mayoría de los sistemas industriales de adquisición de datos, superando a competidores con impedancias más altas que pueden causar pérdida de señal.

​

2. Construcción duradera en acero inoxidable 316L para mayor longevidad ​

Fabricado en acero inoxidable de alta calidad 316L, el sensor ofrece una excelente resistencia a la corrosión y una gran resistencia mecánica, lo que lo hace adecuado para entornos industriales severos (por ejemplo, plantas químicas, plataformas offshore). Sus dimensiones compactas (6,7 x 2,4 x 2,4 cm) y su diseño ligero (0,14 kg) equilibran portabilidad y robustez, mientras que la longitud total del estuche de 63,5 mm (2,5 in) y la longitud sin rosca de 9,53 mm (0,375 in) optimizan la estabilidad estructural durante el funcionamiento. En comparación con sensores con carcasa de plástico o acero ordinario, este resiste el desgaste, la humedad y la erosión química, prolongando su vida útil en un 50 % en condiciones exigentes.

​

3. Amplia tolerancia térmica para adaptabilidad en múltiples escenarios ​

Con un rango de temperatura operativa de -55 °C a 121 °C (-67 °F a 250 °F), el sensor funciona de manera confiable en condiciones térmicas extremas —desde equipos exteriores para climas árticos hasta hornos industriales de alta temperatura. Su sensibilidad térmica (que varía desde -14% hasta +7,5% en el rango de funcionamiento) garantiza precisión en las mediciones sin necesidad de dispositivos externos de compensación térmica, reduciendo costos adicionales. Esta amplia adaptabilidad supera a los sensores estándar (típicamente -40 °C a 85 °C), ampliando su alcance de aplicación en escenarios industriales, tanto interiores como exteriores y con temperaturas extremas.